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Alberto Beltrán, rey del dopaje, anda suelto en Colombia


31/07/2019 - eltiempo.com

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Para la justicia de España, el médico deportólogo Alberto Beltrán Niño es el líder de una organización que le ha suministrado sustancias dopantes a miembros de varios equipos de ciclismo de élite y aficionado. Por eso, en junio de 2016 fue capturado en un gimnasio de Bogotá y de inmediato se inició el trámite de extradición, basado en la evidencia que reposa en el Juzgado Central de Instrucción n.° 4 de Madrid.

Allí consta que Beltrán, nacido en Colombia pero con ciudadanía española, tiene influencia en la elección de ciclistas de equipos internacionales. Además, que movió por diferentes países dosis de Aicar y Tb-500, asegurando que eran calmantes y productos para caballos. Sin embargo, eran cocteles de dopantes de última generación que les suministraba a ciclistas para mejorar su rendimiento en competencia.

La prensa internacional publicó la foto de su captura y se quedó con la noticia de que su extradición era inminente.

Pero EL TIEMPO investigó su caso y estableció que Beltrán Niño nunca fue enviado a Madrid y que anda suelto en Colombia. De hecho, agentes federales de Estados Unidos e investigadores europeos están preguntando por su paradero debido a los recientes escándalos de dopaje que tienen postrado internacionalmente el deporte insignia de Colombia y que ya llevó a la liquidación del emblemático equipo Manzana Postobón.

En un año se han registrado 14 casos de dopaje, que van desde sanciones provisionales, como la que recibió Járlinson Pantano, hasta de por vida, como la que volvió trizas la carrera de Luis Alberto Largo.

En documentos en poder este diario consta que la embajada de España cumplió con todos los requisitos legales para que Beltrán fuera entregado a la justicia de ese país.

De hecho, estuvo 5 meses preso, y la Dijín y la Interpol rastrearon a los dueños de los cuatro carros de alta gama que el deportólogo usaba, así como la finca en Cajicá donde se hospedaba. También se intentó acceder a su computador personal, en el que estaba el listado de sus clientes.

Pero el 30 de noviembre de 2016, la Fiscalía canceló la orden de captura con fines de extradición y ordenó su libertad inmediata. La decisión estuvo sustentada en un concepto de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia en el cual dejó claro que el primero de los cargos por los que se pidió en extradición a Beltrán, dopaje, no es delito en Colombia.

“En efecto, el suministro, tráfico o prescripción de sustancias dopantes a deportistas con el propósito de alterar los resultados de competencias oficiales o privadas no se encuentra incluido en el catálogo de delitos previstos en la normativa nacional”, señaló la Corte. Y negó la solicitud de la Procuraduría de equiparar esa conducta a la de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, descrita en el artículo 376 del Código Penal.

Desde ese entonces, lo único que se sabe de Beltrán es que habría sufrió un accidente cerebrovascular y, tras varios meses de recuperación, volvió a sus labores, sin cargos.

Pero investigadores cercanos a la Unión Ciclista Internacional (UCI) han vuelto a preguntar por él, luego de que Colombia quedó subcampeona entre los países con más corredores suspendidos por dopaje, superado únicamente por Costa Rica con 18 casos.

Los nuevos capos

EL TIEMPO indagó y estableció que hay dos nuevos capos del dopaje. Una de ellas es una curtida deportista brasileña que se instaló en Colombia hace varios meses y que ofrece desde la denominada EPO, medicamento para enfermos renales, hasta el Saizen, hormona para el crecimiento.

Tiene acaparado el negocio, al igual que un hombre al que varios ciclistas del equipo Postobón ubican en La Ceja, Antioquia y cuyo nombre se mantiene en reserva. Si bien algunos de estos medicamentos se pueden adquirir de manera libre, la brasileña y el paisa conocen los tiempos y dosis para que no queden en la trazabilidad que algunos equipos les hacen a sus deportistas.

“Aunque dirigentes deportivos conocen esas redes, un puñado comulga con ellas para seguir llenando sus alforjas con patrocinios de carreras en donde ganan ciclistas dopados”, dijo un exdirigente.

Por ahora, el único nombre que ha salido a relucir en esta nueva etapa del escándalo del ‘doping’ en Colombia es Carlos Johan Robayo, sancionado por la Federación Colombiana de Ciclismo por suministrar sustancias dopantes a un deportista de ciclomontañismo. Aunque el caso está apelado, EL TIEMPO estableció que Robayo también trabajó en equipos femeninos de ciclismo.

El dato ha llamado la atención de los investigadores porque en abril, cuando estalló uno de los primeros escándalos de dopaje, se supo que el joven sancionado intentó suicidarse y que su novia, ciclista de un equipo local, tendría las conexiones para conseguir las sustancias prohibidas.

Mientras el escándalo crece, Coldeportes, con una nueva administración, volvió a prometer que intentará que el Congreso penalice el dopaje, tal como está tipificado en Europa. Allí esperan con paciencia que Beltrán salga del país.


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Cette page a été mise en ligne le 30/04/2020